sábado, 15 de octubre de 2011

Telefonía móvil hoy en día


El mundo de la telefonía móvil es posiblemente hoy en día el mundo que más rápido evoluciona. De alguna manera ha ocupado el lugar que antes ocupaban los ordenadores que no hace tanto se regían por aquella regla no escrita que decía que a los pocos meses de comprar un ordenador nuevo ya se había quedado anticuado. Hoy en día la informática ya no se tiene la sensación de que avance tan rápido. Sí que salen ordenadores con más menoria ram, más tarjeta gráfica, más velocidad de procesador pero la realidad es que dejando de lado a los jugadores de juegos para pc, el resto pueden estirar sin problema la vida útil de sus máquinas.

En los móviles existe un fuerte componente moda, mucho más que en el mundo de la informática. La gran diferencia es que nuestro móvil forma parte de nosotros. Lo mismo que llevamos una u otra prenda de vestir para encontrarnos mejor y nos encuentren mejor así hacemos con nuestro teléfono.

Un móvil forma parte de lo que le decimos al mundo de nosotros, dejando de la lado lo de acuerdo o no que esté con esta afirmación sí que es cierto que con los teléfonos móviles buscamos transmitir algo de nosotros.

Basta realizar el pequeño ejercicio de acercarse un día a una tienda de algún operador y escuchar un rato o incluso psicoanalizarse a uno mismo como para darse cuenta de que en menor o mayor medida caemos en lo mismo: en la tienda no enfocamos la compra en términos de necesidad (no sólo queremos un teléfono que nos sirva para llamar y recibir llamadas), tampoco la enfocamos en términos de utilidad (no sólo buscamos aquello que cumpla con la clase de necesidades que tengamos), ni de usabilidad, ni tan siquiera de precio….

El comprador de móvil se rige por una simple regla: lo último de lo último y a ser posible a coste cero.

En España el mercado de móviles en general está muy subvencionado por parte de los operadores. Teléfonos con costes astronómicos adquiridos sin subvención ven muy reducido su precio cuando el cliente se somete a permanencias. No será la cuestión de hoy pero el valor que apreciamos en la compra es del todo engañoso y en muchos casos es mucho más rentable pagar el valor real del teléfono y dejarnos de tarifas infladas.

La evolución del móvil de hoy en día me recuerda mucho a la que ha llevado la informática en los últimos años. Hoy el móvil es mejor cuanta más pantalla tenga, más colores represente, más ram tenga, más procesador lleve…

A nadie le descubriré nada si escribo sobre el fenómeno Iphone. Un referente en números y calidad dentro de los smartphones (teléfonos inteligentes que también llaman). Objeto de deseo de unos (la mayoría) y centro de críticas de unos pocos (esto siempre ocurre con cualquier cosa que triunfe en el mercado de manera masiva).

El referente a seguir basa su éxito en un ejercicio de marketing perfecto: lograr que el potencial cliente sienta la necesidad de poseer uno.

En la calle se pueden encontrar montones de personas con un Iphone 4 en la mano. Si preguntáramos uno a uno las razones que le llevan a tener uno muy pocos dirían las suficientes como para pensar que esa persona realmente necesita un teléfono así y eso suele ser algo muy criticado especialmente por los más “frikis” del mundillo. ¿Acaso el que se compra un coche de 300 CV necesita tanta potencia?.

La sociedad de consumo de la que formamos parte muchas veces tiene este tipo de comportamientos. El que compra entre otras muchas cosas mucho más medibles también compra por lo que le hace sentir aquello que compra. Un intangible que cualquier empresa “mataría” por conseguir y que sólo unas pocas consiguen. Apple sería un buen ejemplo de ello: todo lo que saca al mercado está tocada con la barita del éxito.

En la actualidad cada vez se pueden encontrar más teléfonos con procesadores de doble núcleo. Teléfonos comparables en potencia a un portátil de gama media. Teléfonos con cámaras de fotos y de video que hacen menos necesario el comprar por separado cámara de fotos, de video y tener un teléfono móvil. Los móviles de hoy en día son como esas navajas Suizas con montones de cachivaches que salen de dentro.

Novedosas funciones 3D (totalmente inútiles y devoradoras de batería), pantallas con la última tecnología y eso es sólo la antesala de lo que llegará.

Hará medio año aproximadamente que se presentaron los primeros teléfonos con procesadores de doble núcleo en sus tripas y justo a la par comenzaban a airearse las primeras noticias sobre procesadores de 4 núcleos (en medio año podemos tenerlos fácilmente en el mercado).

Conexiones de datos, redes Wifi, Android, IOS, Windows phone, whatsapp. Términos que conviven con nosotros a diario, que nos son familiares y que hasta hace nada nos eran del todo desconocidos.

Un gran negocio a nivel mundial que avanza a toda máquina y que tiene en el cine a un buen representante de su evolución ¿nunca os habéis reído en alguna película no necesariamente demasiado antigua con los teléfonos móviles última generación del momento que salen?.

Me resulta un producto digno de admiración por lo mucho que ha cambiado nuestras vidas y nuestra forma de comunicarnos. Por la necesidad casi obligada de llevar uno (o dos o tres) todo el día contigo y es que junto a llaves de casa y cartera son los indispensables de cualquiera antes de salir de casa.




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