martes, 11 de octubre de 2011

Facebook ¿una necesidad?


¿Os acordáis que hubo un día en el que el facebook no existía? ¿os lo podéis creer? Sí, os lo juro. Facebook no existe desde el principio de los tiempos…

Tengo cuenta desde hace algo así como un par de años y debo confesar (con una cierta dosis de vergüenza torera en ello) que me registré por los jueguecitos. Durante unos meses estaba enganchado a cuidar mi acuario virtual ¿me hubieran durado los peces reales de mi acuario real cuando lo tenía tanto como los de facebook de haberlos cuidado con tanto esmero? El ser humano comete esta clase de estupideces más veces de las necesarias y que mi caso sirva a la vez de ejemplo.

Terminada mi afición por los juegos ridículos intenté darle una oportunidad a eso del facebook. Confieso que mis experiencias con las redes sociales son múltiples y poco a poco iré desgranando diferentes aventuras…

Mi primera sensación es la de que facebook no tiene sentido alguno sin un buen montón de seres conocidos en sus diferentes grados: familia, amigos de siempre, amigos de pasada, conocidos, conocidos de conocidos, sujetos que solicitan tú amistad y aceptas para hacer bulto y un largo etcétera de posibilidades.

Por lo que menciono en el punto anterior llego a la conclusión de que la red social más grande que existe es la menos social de las redes con una enorme diferencia.

Con el tiempo he adivinado o creído adivinar la verdadera razón de ser de esta página: poder conocer sin necesidad de ser visto lo que los demás hacen, dicen o piensan. Facebook es así las cosas el mejor y mayor invento para poder cotillear lo que hacen las personas que conforman nuestro círculo ¿tiene esto sentido? Bajo mi punto de vista lo tiene y mucho.

Si miramos la parilla de programación de cualquier cadena de televisión de cualquier día de la semana encontraremos seguro algún programa basado en contar lo que les pasa a los demás. Si miramos el ranking de ventas semanal o mensual de las revistas que se venden en un Kiosco encontraremos seguro las revistas del corazón. Incluso la prensa deportiva no es en realidad más que un panfleto lleno de cotilleos sobre altas, bajas, insultos de unos contra otros, etc.

El invento de facebook tiene su base en ser capaz de acercarnos los cotilleos de nuestro mundo más cercano. Podemos saber en cuestión de segundos cosas sobre alguien que de otro modo no nos podríamos enterar, leemos sobre chismes, los deseamos y facebook nos regala bajo el anonimato más absoluto precisamente lo que queremos.

No soy amigo de las generalizaciones así que partiendo de esa base asumo que cualquier generalización que escriba es para tomarla como tal y por tanto no aplicarse nunca en primera persona de forma necesaria. En cualquier generalización no se contemplan todos los casos pero sí una buena mayoría.

Tener facebook se ha convertido en una cuestión de estado, usarlo o no es una cuestión diferente pero me gustaría hacer una acotación en eso de los que no lo usan. En la web podemos encontrar dos clases de sujetos, los que publican cosas y los que no lo hacen. Los segundos son en apariencia sujetos pasivos que sin embargo sí puede que tengan actividad, la de observar a los demás. Ese anonimato que permite la web es probablemente uno de sus mayores puntos fuertes. Ser un ser invisible y poder observar a los demás es temática casi de película y cuesta no darse una vuelta por las vidas de los demás de vez en cuando.

Soy una persona tremendamente contradictoria en muchos sentidos y como quiera que siempre he creído que el que escribe debe dejar siempre algo de sí en ello veo necesario escribir que en facebook soy un pasivo activo y lo soy y aquí es donde descubro mi contradicción porque aborrezco que los demás sepan de mí más que aquello que yo quiero pero de vez en cuando encuentro un entretenimiento suficiente el “espiar” en las vidas que otros comparten gustosos conmigo y el resto de sus amistades. El ser humano tan complejo en la teoría y tan básico en la práctica…

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